Vivencias de futuros físicos

El pasado jueves 20 de septiembre, los futuros físicos (esperemos) se reunieron en una cena de facultad para aumentar su confraternidad. Allí también estuvo el equipo de la revista Desfase para extraerles datos y confirmar o desmentir las aparentes vivencias comunes de la mayoría de estos proyectos de físicos.

Una dificultad de este proyecto fue el trabajo de campo tras la cena, donde el ligero estado de embriaguez de muchos (incluyendo parte del equipo de Desfase) ralentizó nuestras investigaciones pero las hizo más divertidas. Pese a que muchos no habían bebido antes de la cena, este estado se invirtió al pasar la noche, donde la sobriedad pasó a ser la minoría.

Antes de la cena, más de 3/4 de los encuestados estaban completa y totalmente sobrios. Curiosamente, tanto el resultado de mayor como el de menor cantidad de alcohol son los más respondidos.

Ya después de la cena, el alcohol consumido aumentó exponencialmente.

A pesar de esto, la información obtenida es de especial importancia, ya que deja muestra de la percepción de la física en la sociedad española. Para empezar, solo el 20% de los encuestados empezaron a disfrutar de la física desde niños, lo cual demuestra la falta de ejemplos en la vida usual que lleven a esa decisión; falta divulgar. Muchos otros empezaron a ver estos temas durante la ESO y Bachillerato, momento en que se empieza a usar el Internet para la búsqueda de información o gracias a la existencia de la asignatura de Física propiamente dicha. Una pequeña minoría no descubrieron este gusto hasta pasar por una carrera equivocada o, hablando sarcásticamente con una cierta cantidad de alcohol encima, nunca les ha gustado la Física.

En cuanto a la decisión definitiva, estudiar Física, no fue elegida por nadie antes de la ESO, ser físico no es una profesión tradicional ni conocida por los niños. Ya durante la Educación Secundaria, se descubren y se publicitan más las universidades y se produce el decantamiento hacia esta carrera universitaria. Aquí volvemos a encontrar una minoría ebria sarcástica que dice que simplemente clicó Física como opción al azar o que se equivocaron de carrera.

Finalmente, podemos ver el gran desconocimiento de la sociedad española hacia esta disciplina científica con nuestras siguientes dos preguntas. Más de un 10% de nuestros compañeros sufrieron las reticencias de sus padres respecto a la decisión de sus hijos; mayormente, estos familiares habrían querido que sus hijos estudiaran carreras "más útiles" como medicina o alguna ingeniería.

Pero este porcentaje es muy bajo comparado con lo siguiente. Más de dos tercios de los estudiantes que hablaron con mayor o menor ilusión sobre sus futuros o actuales estudios se encontraron con alguien que NI SIQUIERA SABÍA LO QUE ERA LA FÍSICA y la confundieron con cosas como Química o, aún peor, Educación Física. Esto demuestra el retraso científico de nuestra sociedad con respecto a cualquier otro país avanzado.

Nos queda mucho trabajo por hacer hasta normalizar el estudio de esta bonita rama del conocimiento humano. Por suerte, cada vez se demanda más esta carrera, lo que deja entrever un futuro esperanzador para la ciencia en España o, al menos, para quien nos contrate en el extranjero.